«Mecamística: Mecánica invisible en la que estamos sumergidos en temblor». El cineasta granadino José Val del Omar (1904 - 1982) definió de esta manera la mecamística en uno de sus collages, datado entre 1977 y 1982, junto a otros breves fragmentos de texto y la imagen de unas ondas de sonido.

La mecamística, término inventado por Val del Omar, es un concepto fundamental en su obra y, en sus escritos, la encontramos en dos variantes, como indica Javier Ortiz-Echagüe. La primera aparece en el texto «Las Misiones Pedagógicas y el cine» (1943), donde Val del Omar escribe: «Yo entiendo la vida (…) como una actitud no sólo intencional mística sino algo más encarnado, la vida como acción meta-mística, una acción que baja del éxtasis para construirse la gloria con el corazón y con las manos»1. Por otro lado, citada ya como mecamística, Val del Omar abre esta relación entre la mecánica y lo invisible que sugería el texto del collage. El cineasta lo exponía así en un congreso sobre la técnica cinematográfica en Turín en 1961: «Debemos detectar y controlar este espectáculo que nos hace ver sin mirar, oír sin escuchar y marcar el paso sin apercibirnos. Hay que montar sobre las máquinas, y esto sólo se logra desde una posición mental meca-mística. Desde una conciencia de la mecánica invisible que nos rodea»2. Esta mecamística, mecánica invisible, nos abraza y nos rodea, nos sumergimos en ella, en una relación entre el cuerpo y la máquina, en la palpitación de un corazón robótico.

Mecamísticas es una exposición que invita a una serie de artistas a sumergirse en estas ideas y reinterpretarlas a través de prácticas que incluyen la instalación, el cine experimental, el arte sonoro, el vídeo o la escultura, para pensar la técnica a través de una visión que busca ver más allá de lo inmediato. En esta exposición se toma la mecamística en plural, como prácticas y acercamientos singulares a estas cuestiones por parte de Raquel G. Ibáñez, Gloria López Cleries, Max Milà Serra, Marc O’Callaghan, Milena Rossignoli y Jorge Suárez-Quiñones Rivas.

Raquel G. Ibáñez presenta una parte de su proyecto más reciente, Registro de vientos menores (2022-2024), una investigación artística a largo plazo que explora las relaciones entre “pneuma” y “ánima” –conceptos referidos al aire, el aliento, el alma, el espíritu…– mediante las tecnologías y materialidades de la voz. Durante el proceso, Raquel ha tomado tres instrumentos de viento, el arpa eólica, el órgano de tubos y la voz humana, para profundizar en las cualidades sonoras y poéticas del aire en movimiento, cuestionando lo que se denomina “voz natural” como algo propiamente humano. La investigación toma como antecedente los estudios de Almo Farina y Jérôme Sueur en el ámbito de la ecoacústica y autoras como Susan McClary sobre la idea de lo menor dentro de los estudios musicales.
Por su lado, Gloria López Cleries propone el vídeo ensayo Your phone is a scrying mirror. When it’s off (2024). En él, Gloria busca definir el concepto de “Phone Scrying” a través de una deriva de scrolling por diferentes redes sociales y plataformas de contenido en internet. Una voz en off, creada con un programa de inteligencia artificial, relata en primera persona su experiencia con la adivinación a través de la pantalla del móvil y su búsqueda para conocer más sobre este método viral de clarividencia tecnológica.
La obra de Max Milà Serra, El ojo místico (2024), toma como referencia el texto del historiador del arte Victor Stoichita con el mismo título, para generar una pieza que nos sumerge dentro de un ojo mecánico. Tomando obras del Siglo de Oro español citadas en el libro, Max genera un instrumento de óptica que permite controlar y analizar imágenes a modo de retina maquínica. En la pieza de Max resuena así «el problema de la representación de lo irrepresentable»3, como Stoichita presenta en el inicio de su libro.
La propuesta de Marc O’Callaghan sigue la estela de su proyecto anterior, Correspondencias Simbólicas entre Folklore Católico y Música Mákina en el Casco Antiguo de Barcelona. En el marco de mecamísticas, Marc propone una ruta y experimentación psicogeográfica entre las campanas de Barcelona y los referentes históricos de la música electrónica local. A partir de la identificación de las notas de las campanas y su localización en el mapa, Marc realiza una comparativa en los temas de música electrónica en una conexión entre el patrimonio católico de la ciudad y el patrimonio fiestero, a través de un ejercicio de escucha y del walking art.
Repetir, curvar, coincidir. A través del trabajo con el hierro, Milena Rossignoli lleva a cabo la repetición de gestos en una conexión con el dibujo y una técnica que se aprende al reproducirla una y otra vez. Milena evoca las caídas que se aprenden en las artes marciales –ukemi, que significa literalmente recibir el cuerpo, amortiguar la caída– para, a través de la repetición, como en la repetición de la curvatura, conseguir una coincidencia en un equilibrio invisible.
Jorge Suárez-Quiñones Rivas toma unos versos del poeta costarricense Carlos Francisco Monge para hablar de su film hikisaku (2023): «(…) Tiresias fui, aprendí la argucia / de adivinar el mundo en la palabra. / Quizá soy la memoria / de un lector que temblante / su mano pasa sobre el libro y palpa / como yo los signos de esta noche perpetua (…)». En este gesto de pasar la mano sobre el libro, podría llevarnos a la teoría de la visión táctil de Val del Omar. «Cuando a un niño por primera vez se le enseña un objeto cualquiera, aunque sea un carbón encendido, instintivamente echa la mano para cogerlo»4. Las imágenes de Jorge, como un carbón encendido, fusionan tacto y visión, el dedo que palpa y el ojo que atisba.