Una esquina, por definición, es la parte exterior del lugar en que convergen dos lados, generalmente, de un edificio. Un rincón es también el ángulo que se forma al encontrarse dos paredes o superficies, pero a la vez un lugar retirado, más bien pequeño, un recoveco o escondrijo. El término inglés ‘corner’ recoge esas dos acepciones que, en castellano, tienen cada una un matiz particular. Ambos términos comparten una dimensión espacial fundamental, arquitectónica, estructural. Tanto la esquina como el rincón, remiten simultáneamente al cruce, a la unión, pero también al corte – sólo pueden encontrarse elementos dispares. Cruce expuesto de caminos o refugio oculto, ambos unen lo distante en un encuentro que siempre promete separación.
La exposición A Corner in Wheat propone un diálogo entre Beatriz Olabarrieta y Mario Santamaría a través de diversas intervenciones espaciales articuladas en torno a la idea de corte. Partiendo de la singularidad arquitectónica del espacio de Dilalica y de los rastros de la memoria del lugar, ambos artistas plantean desplazamientos de distintos elementos – arquitectónicos, mecánicos, simbólicos… Al recomponerse, éstos generan huellas materiales que provocan momentos de desconcierto en el espacio, dirigiendo la atención hacia objetos que exploran una lógica de desarticulación y rearticulación en nuevas formas.