La palabra ‘paralaje’ hace referencia a la aparente diferencia en la ubicación de un astro en la bóveda terrestre según la posición desde donde se observa. Paralaje surge de un proceso de colaboración y conversación entre Noela Covelo Velasco, Alejandro Palacín, Victor Ruiz Colomer y la comisaria Marta Sesé. Tomando el espacio —siempre en proceso— de Dilalica como contexto, la propuesta se construye también desde la idea de proceso, entendiendo la inauguración como un momento que se ampliará o cambiará en diversas ocasiones a lo largo de los próximos meses según las necesidades y posibilidades que las distintas piezas plantean.
A partir de este contexto, el conjunto de piezas y propuestas de actividades apuntan a diversas ideas de investigación: un uso site-specific del espacio que invite más a estar que a visitar; una aproximación a la narrativa histórica de la calle Trafalgar; un aprovechamiento de los recursos al alcance; y un marcado interés por hallar vías de distribución de la actividad que alcancen públicos imprevistos y cercanos. La ambigüedad, cierta resistencia a la idea canónica de exposición entendida como muestra de resultados o la alteración de los valores simbólicos comúnmente asociados al arte atraviesan, de una manera u otra, el proyecto.