Piedra y Material

Materiales de construcción, conceptos de especulación y valor, en relación al paisaje urbanístico contemporáneo.

Piedra y material reflexiona alrededor de cuestiones vinculadas con las prácticas extractivistas, la transformación del paisaje, los materiales de construcción y los conceptos de especulación y valor —el valor de un paisaje, de una materia prima, de un elemento de construcción o del potencial uso de un solar— en relación a las proyecciones urbanísticas e infraestructuras civiles que, en gran medida, definen el paisaje contemporáneo. La exposición reúne las piezas El capítulo de los áridos (CaCO³) de Bárbara Fluxá, El ladrillo que no está y Restos de Metamorfosis IV de Clara Montoya, y Construcción de ausentes de Rafa Munárriz.

El capítulo de los áridos (CaCO³) señala la capacidad técnica del ser humano contemporáneo para hacer desaparecer el mapa geológico. Cientos de montañas explotadas para la extracción de materias primas como la piedra caliza, conforman hoy la morfología de nuestro paisaje contemporáneo a nivel global. A lo largo de la segunda mitad del siglo XX, ha existido una ingente demanda de recursos áridos generada por parte de la industria y la ingeniería civil, ya que es materia prima indispensable para la construcción de carreteras, edificios, presas, etc. Como ejemplo paradigmático de este complejo panorama, la obra tiene como protagonista una pequeña cantera del Concejo de Salas, Asturias. Un paisaje familiar para la artista, donde ella misma ha vivido la llegada del proyecto de desarrollo moderno: la explotación de la cantera, construcción de autopistas y radiales de carreteras.
El vídeo El ladrillo que no está, de Clara Montoya, nos habla de la conversión y urbanización del terreno rústico una vez declarado urbanizable. La venta y especulación sobre el precio de los solares urbanizados es la base de la última burbuja inmobiliaria. La cámara recoge, al anochecer, estos solares vacíos que esperan a ser construidos donde van a dormir, sobre las farolas, más de un centenar de cigüeñas. La pieza entrelaza estas dos realidades, la humana y la animal, buscando perspectiva. Por otro lado, las esculturas Restos de Metamorfosis IV son el resultado de la erosión, por el agua, de un conjunto de ladrillos sin cocer. El material del ladrillo seco y poroso fue acumulando agua y erosionándose hasta prácticamente desaparecer y convertirse de nuevo en arcilla.
Construcción de ausentes de Rafa Munárriz consiste en una serie de módulos de hormigón apilados que dialogan dentro del término de la especulación inmobiliaria, entendida como una aglomeración de vacío o una ficción de realidad. La construcción propone una serie de columnas de ladrillos inexistentes, una especie de visión transparente de la situación especulativa a la que nos enfrentamos en los años previos a la crisis inmobiliaria y de la que aún no nos hemos desvinculado.